Cuando buscamos seguridad, en realidad lo que nos mueve es el miedo. El miedo es bueno y necesario pues nos prepara para defendernos de los posibles peligros, sin embargo, cuando este miedo dirige toda nuestra vida, cuando buscamos certezas y seguridad en todo lo que hacemos, ¿qué ocurre? Nos volvemos prisioneros de esta emoción. Dejamos de disfrutar de la vida, nos vemos envueltos en una vorágine de pensamientos y rumiaciones anticipatorias que nos impiden disfrutar de lo que es cada instante … y además… como la vida es pura transformación e impermanencia, al pretender buscar la seguridad, lo que ocurre es que nos obsesionamos con el control, tratamos de controlar todo, nuestro trabajo, a nuestra pareja o hijos, queremos controlar el curso de los acontecimientos que muchas veces suceden de manera diferente a como pensábamos o nos gustaría.
No hay planes inmutables, incluso cuando creemos que controlamos algo, no es así, la vida tiene mil maneras de desmontar el castillo de naipes que nos habíamos creado.
Hay una actitud mucho más poderosa que el miedo, la búsqueda de seguridad y control: Se llama Confianza.
La confianza es una actitud basada en el amor. Cuando confías, ¿acaso sientes miedo? Todo lo contrario: sientes paz, amor, tienes fe. La confianza no se basa en certezas absolutas, no tiene nada que ver con la seguridad ni el control.
Confiar es fluir, entregarse al proceso, soltar las resistencias, aceptar lo que es, y aprender las lecciones, todo desde la certeza de que se vive solo aquello que nos corresponde vivir, se recibe lo que se necesita y se pierde aquello que detiene nuestra evolución, porque perder es otra forma de ganar. Confiar es creer en el orden dentro del caos y la perfección de lo imperfecto.
En lugar de luchar contra la vida, fluye con ella, aprende a surfear las distintas olas que van llegando.
Confiar en la vida no tiene por qué ser un salto al vacío, empieza dando pequeños pasos, permitiendo que la vida te cambie los planes y dejándote sorprender con lo que pase.
Solo si te sueltas sabrás como la vida te sostiene.
En la vida todo esta en perfecta armonía y pase lo que pase todo siempre va a estar bien, porque todo lo que vives te corresponde.
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